OLGA GUILLOT   |   home 
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BIOGRAFIA

Cuando Olga Guillot , la consagrada reina del bolero," falleció en Miami el 12 de julio del 2010, para varias generaciones de compatriotas cubanos no era solamente la desaparición de una cantante de gran arraigo popular.  Olga Guillot siempre fue mucho más...

Ella perteneció al reducido grupo de los verdaderos artistas, aquellos que con su  talento  impactan de forma definitiva la cultura de una nación y de muchas naciones.
Su estirpe fue la de aquellos que crean escuela y marcan épocas.

Olguita Guillot: una auténtica belleza cubana


Olga Guillot, como el bolero, nació en Cuba.  El feliz acontecimiento tuvo lugar en la ciudad de Santiago de Cuba, provincia de Oriente el 9 de octubre de 1922 aunque bajo circunstancias desalentadoras.  La madre era soltera y ya cargaba con la resposabilidad de otra hija, Ana Luisa, sin apoyo familiar alguno, lo cual la obliga en el tiempo a buscar mejores oportunidades en La Habana.  

A pesar de las penurias iniciales, la madre logra proveer para sus hijas y situarse adecuadamente en la gran capital. Lo que les falta en lujos se compensa con amor y una unidad familiar ejemplar.  Forman tambien un núcleo muy influenciado por las artes especialmente la música y la poesía. Para una niña como Olga que, intuitivamente sentía que había nacido para cantar, encontrarse en La Habana de aquellos años, con toda su tradición musical y actividad artística, era como estar en un paraiso donde todo era posible.  Las oportunnidades no tardarían en llegar.  El reconocido tenor Mariano Meléndez, quien apadrinaba entonces una compañia de teatro infantil,  escuchó por casualidad a Olguita cantar en la ventana de su casa y la hizo debutar a los siete años en el Teatro Garral de Guanabacoa haciendo una simpática imitación de Rita Montaner en "El Manisero."
  Muy pronto Olga y su hermana Ana Luisa, alentadas por su madre,  integran el dúo Hermanitas Guillot logrando modesta popularidad en reuniones familiares, actos escolares y comunitarios. En el año 1938 el dúo obtiene un muy digno segundo lugar al concursar en "La Corte Suprema del Arte" el popular espacio radial que lanza a jóvenes talentos.  Ante esos primeros triunfos, era claro que las chicas, sobre todo Olguita, estaban seriamente comprometidas con la canción.  

En 1940 Ana Luisa decide que la vida hogareña le atrae mucho más que los escenarios y comienza el lanzamiento "en serio" de Olga Guillot como solista.  La joven logra ser aceptada en el Conservatorio de Música de La Habana y por mediación de Meléndez recibe clases privadas de la soprano Hortensia Coalla.  Así mismo estudia coreografía, baile y drama que le ayudan a perfilar un estilo escénico.

Acababa de cumplir Olga 18 años cuando el genial músico Facundo Rivero, impresionado por la joven debutante, la integra al Cuarteto Siboney donde tambien fguraba la gran Isolina Carrillo.  El cuarteto es muy bien recibido  en los cines, teatros y otros escenarios que populaban los barrios habaneros de la época pero la oportunidad de destacar como solista le llegó a Olga por pura casualidad.  EN 1945 Discos Panart quizo producir un par de grabaciones con el cuarteto pero el día señalado varios miembros no llegaron al estudio de grabación y la Carrillo decidió que Olga grabara sola.  El resultado fue "Lluvia Gris" versión en español de "Stormy Weather" que se convirtió en gran éxito discográfico.    La Asociación de Críticos de Espectáculos proclamó a Olga Guillot como la "debutante del año" basado en la popularidad de ese disco.

Percibida ahora como cancionista profesional  era natural que fuera invitada a cantar en los programas musicales de la radio y esa actividad le abrió las puertas de los escenarios de La Habana.   Su debut en el Eden Concert fue una verdadera prueba de fuego en la cual Olga se enfrentaba por primera vez con el sofisticado público habanero sin otras armas que su voz y su intuición interpretativa.  Tenía la experiencia de actuar dentro del Cuarteto Siboney  pero ahora era ella sola y sin que la precediera publicidad alguna.  El público no sabía que esperar de la novel artista y recibió un fuerte impacto al contemplar a esta joven y atractiva mulata interpretando boleros de amor y desamor como si hubiera vivido las historias que cantaba.  Las ovaciones del público se sucedieron y al día siguiente corría de boca en boca por toda La Habana la noticia de que había surgido una nueva estrella en el Eden Concert.   




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