Olguita Guillot: una auténtica belleza cubana
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Olga Guillot, como el bolero, nació en Cuba. El feliz acontecimiento tuvo lugar en la ciudad de Santiago de Cuba, provincia de Oriente el 9 de octubre de 1922 aunque bajo circunstancias desalentadoras. La madre era soltera y ya cargaba con la resposabilidad de otra hija, Ana Luisa, sin apoyo familiar alguno, lo cual la obliga en el tiempo a buscar mejores oportunidades en La Habana.
A pesar de las penurias iniciales, la madre logra proveer para sus hijas y situarse adecuadamente en la gran capital. Lo que les falta en lujos se compensa con amor y una unidad familiar ejemplar. Forman tambien un núcleo muy influenciado por las artes especialmente la música y la poesía. Para una niña como Olga que, intuitivamente sentía que había nacido para cantar, encontrarse en La Habana de aquellos años, con toda su tradición musical y actividad artística, era como estar en un paraiso donde todo era posible. Las oportunnidades no tardarían en llegar. El reconocido tenor Mariano Meléndez, quien apadrinaba entonces una compañia de teatro infantil, escuchó por casualidad a Olguita cantar en la ventana de su casa y la hizo debutar a los siete años en el Teatro Garral de Guanabacoa haciendo una simpática imitación de Rita Montaner en "El Manisero."
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